Todo va viento en popa. Tu carrera, tus relaciones, tu salud, tus objetivos personales… Y con toda la ilusión te vas de “vacaciones” a España. Vacaciones a medias, ya que aún estás trabajando, solo que en vez de en tu casa, en casa de tus padres. No… no funciona…
Te encuentras mal, como fuera de lugar, como agobiada, como que sin ganas… No me apetece Barcelona, los olores, las calles sucias, el asfalto caliente, los cielos opacos, el calor aplastante que no te hace sudar pero te agota. Vuelta a comer trigo, bueno al menos del vino nunca nos quejamos.
Aquí estoy, pero esta vez sin ganas, la verdad.