Quién dictamina lo que esta bien y lo que está mal. Esta pregunta yo creo que todos nos la hemos planteado alguna vez. ¿Es la ley la que tiene que ser justa, o tal vez las personas? Lo que es justo para unos tal vez no lo es para otros. La palabra justo ciertamente es muy subjetiva. “¿Has comido suficiente?” “Lo justo.” ¿Lo justo para qué y para quién? ¿Para estar saciado de hambre? ¿Para haber saboreado bien la comida? ¿Para ti haber comido lo justo significa haber quedado con la barriga muy llena o medio vacía?
Se trata a la justicia cómo una poderosa mujer con una balanza, pero, ¿no queda también la balanza equilibrada cuando hay exceso en ambos platos? ¿Por qué existe un órgano gubernamental llamado justicia, cuando ésta es tan abstracta y vaporosa? Cuantas preguntas… Cuántas preguntas se deben hacer para saber si algo ha sido justificado, si algo es perdonable o castigable. No me siento capaz de juzgar tales cuestiones.
La justicia es como el ratoncito Perez, juzgad vosotros el porqué.
Escrito tras ver la película: Adiós, pequeña adiós.