De las pocas veces que cojo el metro, me hacen feliz… No se por qué… El metro se ve como un lugar triste, yo no lo veo así. Si que es verdad que se puede ver la tristeza en él, pero también otros sentimientos. Un extracto del mundo, un lugar en el que las personas se difuminan, en el que imaginar 500 vidas, no más. Un lugar de un gris claro y rojo emoción (como los SEAT). No saben quien eres ni de donde vienes, no pueden saber más que imaginar. Un sitio en el que te puedes sentir tan especial como indiferente, en el que reír y en el que llorar. Siempre habrá alguien que te pueda inspirar.
Cuenta las paradas y ya está.
Desajustes
Todo va viento en popa. Tu carrera, tus relaciones, tu salud, tus objetivos personales… Y con toda la ilusión te vas de “vacaciones” a España.